miércoles, 29 de agosto de 2007

Life

Cuando pienso en la vida, me imagino un montón de momentos únicos, de personas, de situaciones que se entremezclan a los ojos de un ser que mira casi sin comprender y actúa casi sin pensar. Es difícil darse cuenta de que estás vivo si te limitas a practicar la rutina sin sentido a la que por idiotas nos sometemos. Los pocos que logran darse cuenta que están vivos o lo hacen muy viejos o se cansan de nadar contra la corriente y vuelven a la rueda de la cual todos somos parte. Son muy pocos, muy pocos los que logran aferrarse a la verdad y vivir con ella, vivir. No te culpo, eres uno más de los que no podemos aferrarnos a la belleza de la vida. Si has tenido la suerte de ver un destello de ella, golpéate con una piedra en el pecho, son pocos, muy pocos los que tienen la posibilidad. Quizás es suerte, quizás no, los que ven y no pueden vivir realmente, sufren, la mayoría, quizás no es tu caso. Lo más probable es que no entiendas de lo que hablo, ojala lo entendieras, quizás así no me sentiría tan solo con esta impotencia que me carcome día a día. Ser feliz, que difícil tarea, demasiado difícil para el limitado tiempo que se nos ha dado y para el difícil mundo al que se nos ha enviado. Quizás es muy pesimista el lado de la existencia que trato de exponer, pero es como lo veo. ¿Me puedes culpar?, lo lamento pero no lo creo.

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